Ángela estudia en el Instituto Siglo XXI de Leganés, es un
poco feucha y los chicos apenas le hacen caso, con lo que todas las noches se
acuesta con hambre y se tiene que meter un rotulador negro por el coño y por el
culo para saciar su apetito. Yo le he dicho que teniendo mi polla cerca no hace
falta ningún rotulador y similares, que cuando se encuentre caliente marque mi
teléfono para bajarme donde vive, que soy el bombero de emergencias que apagará
el fuego que tiene entre las piernas. Y al día siguiente de tener esta conversación me llamó y follamos en el
portal de su casa. Por cierto, es repetidora y mayor de edad y sus compañeros
de insti no saben lo que se pierden.
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