Los coñitos de dieciocho años son obras de arte que deberían
exponerse en una sala del Museo del Prado y deberían premiar con un Nobel a los
más hermosos. El del vídeo merece estar al lado de los cuadros de Velázquez ,
es la Capilla Sixtina de los coños. Su
dueña estudia Historia del Arte y está obsesionada con las expresiones
artísticas que tengan como referencia al diablo. Sabiendo esto quedo con ella
en la escultura del Ángel Caído del Retiro en una noche de primavera y a la
vera de Lucifer hacemos el amor, entro en su coñito con suma delicadeza y
ternura, y como amante del arte derramo mi semilla en sus rosados labios. A los
pocos días de estar con ella me envía
este vídeo donde se la ve jugando con su
coñito adolescente y casi virgen, explorando los solitarios placeres. Esta joya de la creación no tiene nada que envidiar al pubis de
la Venus de Milo y es más enigmática y sugerente que la sonrisa de la Gioconda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario