Esta mujer
siempre viste de blanco. Se llama Belén, tiene treinta y cinco años
y fue mi abogada de oficio. Me la follé en los servicios de mujeres
de la tercera planta de los Juzgados de la Plaza de Castilla cuando
terminó el juicio y el juez dijo lo de “visto para sentencia”.
No quiere ser reconocida y por eso sale en el vídeo cubriéndose la
cara con su melena rubia. Tiene muchas ganas de polla, un marido
engañado, tres hijos, y un coño que sabe a absolución.
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